Dotes que algunos valorarán y otros, por el
contrario, solo justificaremos una película más para llenar su historial y sus
arcas (algunas en Panamá).
La dramática vida de una madre, esposa, pareja,
narrada en primera persona, es el argumento que se nos propone, en un film para
aquellos que amen los dramas pasionales y trágicos.
En la madurez de su vida, Julieta, posee algo
que aún no ha podido asumir y ante ello, decide transitar en forma regresiva su
historia, mientras la va escribiendo.
Las actuaciones de Emma Suarez y Dario
Grandinetti le otorgan al film un valor especial, aunque se note en nuestro
actor el esfuerzo por parecer español, que lo estructura rígidamente y no le
podremos apreciar todo lo que es.
Llama la atención algunos recursos mal
utilizados que hasta parecen realizados por un director novato, como los
ambientes conformados por grupos humanos que intentan mostrar una sociedad en
movimiento, aunque denotan conversaciones forzosas y falsas.
Y otros recursos que muestran un estilo propio,
como la intensidad de los colores, la cercanía de la cámara sobre los rostros y
los objetos.
Parecería que si Almodóvar no recurre a sus
escenas sexuales, pierde su esencia y se convierte en uno como tantos otros,
que llevan al cine historias que son best seller y que le permiten seguir
existiendo en la opinión pública.
Para valorar… la intensidad que posee la
historia y la síntesis lograda sin vacíos con la obra escrita.
Para desechar… el tema musical final, hasta
produce rechazo en aquellos que les ha gustado el film, dado que rompe lo que
ha logrado el mismo en el espectador y sólo pasa a ser un recurso que para
algunos podrá ser una genialidad, para otros un mal gusto.
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