EL SECRETO DEL BOSQUE

Los diferentes momentos de la vida, poseen diferentes paisajes; estos podrán ser reales o necesariamente serán imaginarios. La vida necesita que lo exterior tenga relación con lo interior, que los momentos que atraviesa el ser coincidan con lo que se nos presenta a los ojos, a los oídos. Conjugarlos garantizará poder transitar con mayor certeza la etapa que se transcurre.

Este film japonés aborda el momento del duelo: el esposo vive la ausencia de su compañera, su asistente a su hijo y el bosque es lo que les garantizará su elaboración, su transcurrir coherentemente respetando esta etapa.

Los sonidos de un aparente silencio del bosque, el viento, la ausencia del horizonte, el ver el cielo solo sobre las copas de los árboles, los escasos senderos, las limitadas palabras van llevando al espectador a vivir con los protagonistas el vacío que marca la ausencia de su querida compañera.

Las imágenes que se congelan y permiten ingresar en las más mínimas expresiones de los protagonistas; el tiempo del film es el tiempo que necesita el protagonista para pensar, para observar y la directora respeta esos momentos, pese a que pareciera que son excesivos, lentos, aburridos quizás, pero la atmosfera se genera en derredor y uno va ingresando al bosque, va buscando, va queriendo saber cual es ese secreto que permite elaborar su duelo, su existencial ausencia, en definitiva saberse ahora, solo, sin ella.

La dificultad se presenta al desconocer la cultura oriental, sus signos, sus costumbres y se debe realizar un esfuerzo por comprender, lo que es un cortejo fúnebre, lo que significa cumplir 33 años de muerto, hasta lo que es una tumba y también  cambiar los ojos de un espectador habituado al dinamismo, velocidad y escasez de tiempo de los films de nuestra cultura a otra forma de existencia, donde puede ser mas significativo sentir el momento junto con los protagonistas, que estar analizando mediante millones de sonidos, imágenes y diálogos lo que sucede en un film occidental.

No hay que esperar de este film que apasione, que se aplauda, que se deje llevar frente a nuestros ojos no habituados a esta cultura, por el contrario comenzaremos queriendo subir el volumen porque no hay sonido, mirar la numeración de la video porque parece que se congeló la imagen, que alguno se duerma, que no se entienda.

Lo garantizado es el logro de un espacio de serenidad, de reflexión, de darnos cuenta lo que implican las ausencias y quizás algo que se ha profundizado en mí: las etapas de la vida deben ser respetadas, vividas y el entorno será el que garantice que logre elaborarlas y poder encontrar en el bosque, el secreto que me posibilitará poder dormir en paz.

Mogari no mori, título traducido como El bosque del luto en España y como El secreto del bosque en Argentina, escrita y dirigida por Naomi Kawase. El largometraje es una coproducción entre Japón y Francia. Se estrenó el 26 de mayo de 2007 en el Festival de Cannes.