LA PIEL QUE HABITO

Sentarse a ver a Almodovar implica una forma de acomodarse en el sillón con unos anteojos de la realidad que indefectiblemente pasa por lo sexual, pero en esta pelicula implica un esfuerzo mas de apertura, aceptar que hay que ingresar a lo macabro y a lo mas oscuro de una mente deteriorada.

Si consideramos estas cuestiones previas... podremos llegar al final y quedarnos con lo que podría realizar un ser humano, los seres humanos que crea el director.
 

No deja mas que eso, que es mucho, demasiado, aunque reitero.... macabro. 

Banderas muestra lo forzado en encarar este personaje del cirujano y eso marca aún mas una ficción que solo puede pasar por una mente desequilibrada.