Film chileno que por su solo nombre nos invita a ser vista y se confirma esta invitación al saber que su director no es defraudar: Pablo Larraín, en especial con “El Club” y “No”.
Estas afirmaciones, sin que se
diluyan, van a ser evaluadas por el espectador mientras transcurre el film,
quedando como análisis un elogiable trabajo de Larraín pero en base a un
argumento que puede defraudar al desprevenido.
Y lo que es importante saber, es
que no es un film biográfico del político y escritor, que el argumento se
desarrolla en una etapa en su vida y en base a lo sucedido, se incorpora la
ficción.
Neruda es perseguido, debe
ocultarse por decisión de su partido y escribir para un pueblo explotado, su
“Canto general” desde la clandestinidad, mientras su perseguidor recorrerá los
caminos que transitó e intentará anticiparse para capturarlo.
El film es protagonizado por su
perseguidor (Gael García Bernal), que lo irá conociendo mediante lo que Neruda
va escribiendo, dándose en el la “nerudización”, hasta solo seguir con su
trabajo por cumplir con el mandato presidencial. Un muy buen actor en un lugar
equivocado.
Su título responde más a una
estrategia que al argumento y este posee algunas orientaciones más que
cuestionables, dado que nos muestra a un falso comunista, a un falso poeta que
se inspira en casas de prostitución, dejando la imagen de un decadente.
Es criticable esta ficción que
intenta instalar una mirada del poeta sin fundamento, pero sus actuaciones,
dirección y escenografía son muy buenas, aunque se termine odiando este intento
repudiable usando el nombre del poeta.
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